Se dice que el temor le dio el segundo mandato a George W. Bush en la Casa Blanca. Y que el 11-S ha justificado una notable pérdida de libertades. Pero el mercado también se beneficia del miedo de los consumidores para venderles seguros, cremas, medicinas o servicios para evitar el fracaso o la ruina para las que usted, le insinúan, tiene muchas papeletas.
¿Quiere ver cómo pierde su aspecto sano y juvenil sin usar un determinado cosmético? ¿O es que no sabe del riesgo de ir por la calle sin mascarilla, con la nueva gripe que asolará el planeta? Son algunos de los miedos que la publicidad y los medios de comunicación crean frecuentemente entre los consumidores, que acaban empujados a pagar para que su salud, su casa o su iPhone estén a salvo de las amenazas sobre las que veladamente les han advertido.
Aún está reciente la pandemia de gripe porcina, que estaba llamada a causar decenas de miles de muertos sólo en Europa. Los fabricantes de mascarillas se frotaron las manos. Pero si alguien salió boyante del miedo apocalíptico fue la industria farmacéutica, que un año después vio cómo se demostraba la participación de tres expertos vinculados al sector que conscientemente manipularon sus informes para la Organización Mundial de la Salud.
La pandemia pasó a la historia por el sonado fracaso de las campañas de vacunación y la eventual injerencia de los intereses comerciales en esta crisis sanitaria.
Seguridad y belleza
La industria de la seguridad sabe que cuanto más crece la sensación de desprotección, más probabilidades hay de contratar algún servicio. Lo mismo ocurre en algunos casos con la cosmética, que con el prefijo «anti» delante de sus productos, ya está señalándose al enemigo a batir: la celulitis, las arrugas,… hasta tenemos los «anti-edad».
Higiene extrema
En la lucha contra los gérmenes, la industria «antibacteriana» vende todo tipo de productos enfocados a la higiene total. Con los años, los investigadores han descubierto que nuestro amor por los productos antibacterianos ha tenido repercusiones negativas como «superbacterias» resistentes a los antibióticos y el aumento de las alergias.
El miedo de los padres a que sus hijos no tengan una higiene perfecta ha derivado en otros problemas. Investigadores de la Northwestern University de Chicago aseguran que el exceso de higiene y la protección frente a la suciedad durante la infancia puede ser perjudicial para la salud en edad adulta, ya que aumenta el riesgo de padecer procesos inflamatorios y otras enfermedades, incluidas las cardiovasculares.
El bolsillo, uno de los mayores temores
«No esperes a perder todo tu dinero si está clara la caída que toma el mercado». Un gran consejo si viene de una opinión experta y bienintencionada. No así si quien lo da se beneficia del miedo del mercado para comprarte más barato o, como denunció el Gobierno, enriquecerse con la especulación.
El sistema sanitario
España es un país ejemplar en su sistema sanitario. La Seguridad Social cubre gratuitamente la gran mayoría de costes de los tratamientos y a un nivel reconocido internacionalmente. No ocurre así fuera de nuestras fronteras, donde se sugieren en muchos casos costosos procedimientos, en algunos casos tan caros como innecesarios. «Algunos médicos encuentran formas de aumentar su alto margen de beneficio y la disminución de su volumen de trabajo», denunció el diario «New Yorker».
«En otras palabras, actúan como empresarios. Y ciertamente ayuda cuando estás lo suficientemente asustado como para confiar en que cada procedimiento y la medicación que te dan es, en efecto, necesaria para estar mejor», escribe la periodista Drea Knufken en su blog de negocios.
Informática y tecnología
La ignorancia sobre todas las cosas técnicas contribuye a alimentar la histeria colectiva.
¿Cuántos internautas no han enviado e-mails a amigos y familiares sobre los últimos virus apocalípticos que circulan por la Red? Nadie los verificó, seguramente, pero no pasa nada. «¡Cuidado! No abras un email con un vídeo de tal o cual modelo o cantante». Y lo importante, «reenvíaselo a todos tus contactos». Eso sin mencionar esos correos agoreros que si no envías a toda tu lista de contactos, harán caer sobre ti las siete plagas de Egipto.
El discurso político
¿Miedo al terrorismo, al nacionalismo, a la crisis o al paro? El temor es la base de buena parte de los programas electorales. George W. Bush repitió legislatura, contra todo pronóstico, auspiciado por el miedo al islamismo radical y a un mundo en guerra en el que se involucró a la sociedad estadounidense. Irak o Afganistán –la industria armamentística- se convirtieron en prioridades muy por encima, por ejemplo, del desarrollo sostenible o la libertad de expresión, con la connivencia del electorado.
Gracias a Jose Angel Cabezas Fernandez por su aporte.
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