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domingo, 1 de agosto de 2010

La Pirámide sumergida en el triángulo de las Bermudas


En el año 1970, el Ray Brown, dedicado a la medicina naturista y aficionado al buceo, realizó una expedición submarina con algunos amigos cerca de las Bahamas, en un área próxima a una gran fosa denominada La Lengua del Océano.

Durante una de las inmersiones, Brown se separó de sus compañeros, y al tratar de reunirse con ellos, vio de pronto una extraña pirámide que se divisaba contra la luz aguamarina. La pirámide estaba situada a unos 40 metros de profundidad, y medía unos 6 metros de altura, de los cuales solo 2 metros sobresalían de las arenas del lecho marino. Brown quedó sorprendido por éste espectáculo, particularmente porque la magestuosa arquitectura parecía estar recubierta de cristales, con apariencia de espejos en su superficie.

Al nadar alrededor de ésta inexplicable extructura descubrió un camino de entrada y decidió adentrarse a explorar. Al pasar a lo largo de un estrecho pasillo, Brown finalmente se encontró en una pequeña habitación rectangular con un techo interior en forma piramidal y a pesar de que no llevaba con sigo ninguna linterna pudo contemplar aquella la habitación por la iluminación propia de los reflejos del agua contra los cristales.

La atención de Brown se centró en una varilla metálica bronceada de unos seis o siete centímetros que colgaba hacia abajo del ápice del centro, estando su extremo sujeto a una gema roja de numerosas caras y que terminaba en punta. Directamente debajo de la varilla y de la gema, colocado en el medio de la habitación había un estrado de piedra tallada coronado por una placa de piedra con los extremos enrollados.

Sobre la placa descansaba un par de manos talladas de metal de color bronceado, de tamaño natural, que se veían ennegrecidas y quemadas, como si hubieran estado expuestas a un calor extremo. Acomodada entre las manos, y situada a unos quince centímetros directamente debajo de la gema de la varilla del techo, había una esfera de cristal de unos nueve centímetros de diámetro.

Brown intentó primero liberar la varilla del techo y la gema roja, pero ninguna se movió. Regresando a la esfera de cristal encontró que ésta se separaba fácilmente de las manos de bronce que la sostenían, y salió de la pirámide con ella. Al salir, Brown sintió una presencia, y escuchó una voz desde algún sitio diciéndole que no regresara nunca.

Temiendo que su inusual botín pudiera ser confiscado como un tesoro de salvamento por parte del gobierno de los EE. UU., el Dr. Brown no divulgó la existencia del extraño cristal o de sus experiencias hasta el año 1975, cuando exhibió el cristal por primera vez. El cristal pudo ser visto al menos unas diez veces, y en dichas oportunidades los testigos al ver la esfera han experimentado extraños fenómenos aparentemente relacionados con éste objeto.

Dentro de la esfera se pueden observar tres imágenes de pirámides, una frente a otra, en tamaños descendentes. Algunos, entrando en un estado meditativo de conciencia o de ondas cerebrales alfa, son capaces de ver claramente una cuarta pirámide, en un primer plano con respecto a las otras tres.

La esfera de cristal del Dr. Brown
La esfera de cristal del Dr. Brown es la fuente de una diversidad de eventos paranormales. La gente ha sentido brisas de vientos iónicos que soplan cerca de ella; capas frías y tibias la rodean a diversas distancias, otros testigos han visto luces fantasmagóricas, han escuchado voces, o sentido extrañas sensaciones de tintineo a su alrededor.

La aguja de una brújula colocada próxima a la esfera girará en contra de las manecillas del reloj, entonces comenzará a girar en la dirección opuesta cuando se aleja unos centímetros.

Los metales se magnetizan temporalmente al estar en contacto estrecho con ésta. Hay hasta situaciones registradas en las que una persona se ha sanado temporalmente de una dolencia al tocar la esfera de cristal, pero entonces la próxima persona que entró dentro su rango de acción asumió los síntomas de la dolencia de la otra persona, como si el cristal pudiera extraer o inducir dolencias humanas a voluntad.

El propósito de la esfera de cristal, y el papel que una vez jugó en el enigmático instrumento encontrado por Brown dentro de la pirámide sumergida en las Bahamas, sigue siendo un misterio, aunque por supuesto hay varias posibilidades interesantes.

Una de las ideas propuestas se refiere a que la pirámide sumergida una vez atraída, acumulada y generaba fuerzas cósmicas. La varilla suspendida puede haber conducido fuerzas acumuladas en la corona; la gema roja de muchas caras en su extremo concentraba y proyecta la energía a la esfera de cristal debajo de ella; y entonces quemaba y ennegrecía las manos, mostrando la evidencia de una transferencia de energía, probablemente amplificaba la liberación de energías; mientras que la esfera de cristal actuaba como el sintonizador y difusor de las energías.

Todo lo que sabemos con seguridad es que la esfera de cristal del Dr. Brown recuperada de este sistema es por sí misma testimonio de una tecnología muy sofisticada, porque como notaron expertos del Instituto Smithonian en Washington, la tecnología para el corte de una piedra de cuarzo a la perfección exhibida en la esfera de cristal no pudo lograrse por nuestra civilización hasta después del 1900.

El Gran Cristal de Edgar Cayce
Una de las descripciones más detalladas del uso por parte de los Atlantes de un instrumento misterioso denominado el Gran Cristal la brindó Edgar Cayce, quien la mencionó muchas veces. El cristal dijo él, estaba albergado en una edificación especial de forma oval, con un domo que podía retraerse, exponiendo el Cristal a la luz del sol, la luna y las estrellas en el momento más favorable. El interior del edificio estaba forrado con material no conductor o piedra, similar al asbesto o la baquelita, que son termoplásticos.

El Cristal en sí, la Piedra Tuaoi, o Piedra de fuego, era enorme en tamaño, cilíndrica en longitud y prismática en configuración, cortada con seis lados. En la parte superior del cristal había una corona movible, utilizada tanto para concentrar los rayos de energía entrantes, como para dirigir corrientes a diversas partes de la campiña Atlante. Parece que el Cristal recogía energías solares, lunares, estelares, atmosféricas y de la Tierra así como fuerzas elementales desconocidas y las concentraba en un punto en específico, situado entre la parte superior del Cristal y la base de la corona.

La energía se utilizaba con varios objetivos. Al principio se utilizaba puramente como herramienta espiritual por parte de iniciados que podían manejar la gran energía. Los primeros Atlantes eran gente pacífica. A medida que desarrollaron cuerpos físicos más materiales, utilizaban el cristal para rejuvenecer sus cuerpos y eran capaces de vivir cientos de años manteniendo una apariencia juvenil.

Después el Gran Cristal se utilizó con otros fines. Las corrientes de energía se transmitían a lo largo de la tierra, como ondas de radio, y potenciados por estas ondas, los vehículos y medios de transporte cruzaban la tierra, a través del cielo y bajo el mar a la velocidad del sonido.

Mediante la utilización de otras corrientes que se originaban desde el Gran Cristal, los Atlantes fueron también capaces de trasmitir la voz humana a grandes distancias e imágenes, como la televisión moderna. En la misma forma, aún el calor y la luz podían dirigirse a edificaciones específicas o a foros abiertos, proporcionando iluminación y calor por medios aparentemente invisibles.

En esta línea de tiempo, en el Triángulo de las Bermudas, en el lecho del océano donde ahora existen las ruinas de la Atlántica, la acumulación de energía en los Cristales de Fuego sumergidos y dañados puede disparar periódicamente la materialización de cualquier cosa.

Esta es solo información canalizada sobre la Atlántida, sin embargo ¿Por qué tantos investigadores siguen las teorías de Platón sobre la Atlántida, que también fueron canalizadas, sin prueba física?

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