El 5 de junio de 1968 muere asesinado el aspirante a presidente de los Estados Unidos Robert Kennedy. Hoy día quedan pocas dudas de que se trató de una “purga” más, planificada y ejecutada por el poder en la sombra que viene gobernando los Estados Unidos desde hace décadas.
Bobby Kennedy era un hombre más del sistema, como su hermano John. El problema fue que planteó una serie de propuestas inasumibles para la oligárquia estadounidense. Éstas consistían básicamente en sacar a su país de la guerra de Vietnam y reducir la influencia del lobby militar armamentístico en la política norteamericana, un grupo que no estaba dispuesto a renunciar a sus privilegios y a su posición de poder y que sin duda fue la mano negra que movió los hilos del asesinato del senador Kennedy.
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