Apriétense los cinturones, porque el futuro está avanzando mucho más rápido de lo que muchos se imaginan, y la noticia de hoy es fiel testamento de ello…
Científicos de la Universidad de California acaban de revelar en la publicación científica ACS Nano Letters que han creado el primer transistor que no funciona con electricidad, sino que con la energía natural biológica de una estructura membrana celular.
Este es un paso monumental en la integración de máquinas con organismos biológicos vivos como nosotros, y como dice Aleksandr Noy, uno de los autores de este adelanto: “Podemos tomar proteínas, [que son] verdaderas máquinas biológicas, y hacerlas parte del funcionamiento de circuitos microelectrónicos”.
Como explican en el artículo fuente, lo que los científicos hicieron fue crear un transistor (el componente principal de toda computadora digital hoy día), pero no de silicio, sino que de nano-tubos (unas estructuras a nivel atómico en formas de un tubo hueco), y después enrollaron ese nano-transistor con una capa similar a las de una célula biológica natural (en el experimento a esta etapa no utilizaron una célula “real”, sino que construyeron el equivalente a una para poder controlar mejor el experimento), y fue posible entonces hacer que el transistor funcionara utilizando la energía de esa membrana (mas otros químicos que facilitan la reacción energética necesaria).
Lo asombroso de esto es que con este mecanismo será posible en un futuro cercano regular el tráfico de iones en una célula, de modo que se puede modificar su comportamiento, lo que tendrá grandes implicaciones en terapias de todo tipo. Es decir, ya no hablamos de terapia genética, sino que a nivel molecular o incluso atómico.
Opinión: Se me ocurren otros escenarios aun mas asombrosos que los presentados en el artículo original: Si extendemos un poco esto, sería posible reprogramar las células para utilizarlas como agentes de una nueva red de intercomunicación celular, en donde sería posible hacer que nuestro propio cuerpo se convierta en una mega-máquina computacional, en donde sería imposible decir en donde empieza un humano biológico y en donde empieza una máquina.
Y ese nuevo “fantasma” (en honor al animé “Ghost in the Shell”) dentro de nosotros podría servir no solo como una super-computadora que cuida de nosotros mismos, defendiéndonos de virus y otros males, sino que además como una verdadera extensión de nosotros mismos, en donde nosotros seríamos el equivalente a nuestras propias PCs o dispositivos móviles de hoy día, y al combinar esto con tecnologías como esta, hablamos en nosotros mismo obtener el equivalente a un asistente digital dentro de nosotros mismos, como en este escenario.
Fuente 1: Eliax.com
Fuente 2: MSNBC
No hay comentarios:
Publicar un comentario