Nuevas investigaciones científicas sostienen que un compuesto poco conocido llamado pirofosfito (pyrophosphite) podría haber sido una fuente de energía que permitió que se formara la vida en la Tierra.
Desde la bacteria más diminuta hasta el complejo cuerpo humano, todos los seres vivos necesitan una molécula que transporta energía, llamada ATP, para sobrevivir. Frecuentemente comparada con una “pila recargable”, la ATP almacena energía química en una forma que puede ser utilizada por la materia orgánica.
“Se necesitan enzimas para fabricar ATP y se necesita ATP para fabricar enzimas”, explicó el investigador Terence Kee, de la Universidad de Leeds, en Inglaterra. “La pregunta es: ¿de dónde salía la energía antes de que alguna de estas cos cosas existiera? Pensamos que la respuesta podría encontrarse en moléculas simples, como el pirofosfato, que es químicamente muy parecido a la ATP, pero con el potencial de transferir energía sin enzimas”.
Desconocida pero importante
En el pasado, las teorías sobre cómo surgió la vida a partir de simple química han planteado que un compuesto similar pero separado, llamado pirofosfato, era el predecesor de la más compleja pero más eficiente molécula ATP.
El fosfato tiene cuatro átomos de oxígeno unidos a un átomo de fósforo central y está presente en todas las células vivas. Cuando dos fosfatos se combinan y pierden una molécula de agua, forman el pirofosfato.
Por otra parte, el pirofosfito es difícil de encontrar, le dijo Robert Shapiro, en la Universidad de Nueva York, a LiveScience. “Incluso en mi búsqueda en Google, obtuve el resultado ‘quizás quiso decir: pirofosfato’”.
La presencia de “uno o dos problemas espinosos” con su molécula rival (el pirofosfato) habían dejado algunas preguntas sin responder, señaló Kee en una entrevista telefónica.
Los dos problemas principales eran que el pirofosfato no parecía estar disponible en cantidades significativas en el registro geológico de minerales y que no reacciona bien sin catalizadores (que entonces no estaban presentes), de acuerdo a Kee.
Por otra parte, el equipo de Kee ha descubierto que el pirofosfito sería “relativamente sencillo de preparar a partir de minerales que se sabe que existen en los meteoritos de hierro”. Los caminos para producir estas moléculas son más simples que los que se proponen para el pirofosfato, indicó Kee.
Aunque se producen de forma similar a través de la deshidratación y se parecen en su composición salvo por el hecho de que los átomos de oxígeno son reemplazados por hidrógeno, el pirofosfito es poco común. Sólo existen tres minerales de pirofosfito, en comparación con “muchos minerales de fosfato”, explicó Kee.
La escasez del químico en el planeta no es indicio de irrelevancia. Es sumamente inestable en el medio ambiente rico en oxígeno de hoy en día (lo que significa que se descompone rápidamente en otras moléculas) pero es un catalizador superior (disparador) para ciertas reacciones químicas, dijo Kee, citando evidencias aún sin publicar.
Pensamiento lateral
Kee llamó a la teoría alterada “más un proceso de pensamiento lateral” que un “concepto nuevo”.
“Es un poco extraño que el pirofosfito y su habilidad de actuar como agente de transferencia para el fósforo se hayan conocido durante cierto tiempo, pero que no se haya propuesto anteriormente como algo de significado prebiótico”, aseveró. “Sospecho que se debe a que nadie había tomado en cuenta la necesidad de su existencia o a que podría haber sido accesible de forma prebiótica”.
Resulta interesante que las máquinas que fabrican ADN artificial para experimentos utilizan pirofosfito con regularidad en su proceso de montaje, señaló Shapiro.
Los investigadores detallan su teoría sobre el pirofosfito como primera fuente de energía para la vida en el planeta en un ejemplar reciente de la publicación Chemical Communications.
Fuente : Yahoo Noticias
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