Desde hacía unos meses el presidente Lula se había inclinado por alinearse con Estados Unidos y el NOM. Sin embargo, dos hechos recientes lograron que el amor se rompa por un rato. ¿Qué sucedió?el ingenio de Lula llevó a ubicar a Brasil en las portadas de todo el mundo gracias a su acercamiento estrecho con el presidente norteamericano. Esto permitió, entre otras cosas, que Brasil obtenga los juegos olímpicos de 2016 y el mundial de fútbol de 2014, además de ganar peso en el G8 y el FMI, entre otras cosas. Claro que para eso Lula debió ceder en varios puntos y básicamente meterse las palabras y las ideologías por donde ya nos imaginamos. Uno de los casos puntuales fue con el debate sobre las 7 bases militares en Colombia que, mientras que en la cumbre de la UNASUR de Bariloche dijo que no sería bueno para la región y que pediría garantías, después cambió de opinión y dejó que importarle el tema.
El romance venía bárbaro hasta hace unos días, cuando Barack le envió una carta con dos temas centrales. El primero hacía referencia a Honduras, en donde el presidente norteamericano pedía que se respete al presidente que surja de las nuevas elecciones y que es una forma de comenzar de cero. Pero la respuesta de Lula fue como la de una mujer despechada, reiterando que debe volver el presidente Zelaya y que aceptar estas elecciones es aprobar al golpe de estado. El segundo punto hacía referencia a la reciente visita del presidente iraní Ahmadinejad a Brasilia, recordando Obama sobre la carrera armamentística de Irán y el peligro que generaría. Pero Lula se manifestó a favor de la tecnología nuclear iraní.
¿Qué pasó entre los presidentes? ¿O principalmente a Lula que, mientras borraba con el codo todo lo que iba escribiendo para mantenerse alineado a Estados Unidos, ahora vuelve a sus convicciones? ¿Será que Lula se siente tan poderoso ahora con el BRIC que ya no necesita al norteamericano?
NOTAS/REFERENCIAS:
No hay comentarios:
Publicar un comentario