Hace un tiempo veíamos a Al Gore desesperado en el Senado porque no sabía qué contestar ante la apretada de los congresistas sobre su vinculación con varias empresas relacionadas con la energía, y sumado a los disidentes de la teoría del calentamiento global por el carbono, es obvio que había algo raro.
Para esta situación qué mejor que quitarse las dudas con una obviedad. Escuchá esta historia que es maravillosa: Hace un tiempo Al Gore compró con su corporación Kleiner Perkins Caufield & Byers una pequeña empresa llamada Silver Spring Networks que se dedica a fabricar productos para ahorrar energía por la leve suma de 75.000 dólares. Hace poco Obama anunció que destinará 3.400 millones de dólares para el ahorro de energía. Lo curioso es que, de ese dinero, más de 560 millones irán a parar a empresas de servicios públicos, de las cuales la mayoría firmó contratos con la nueva empresa de Al Gore.
Al Gore, el filántropo.
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