Ron Paul, 10.29.09, 09:20 AM EDT
Forbes Magazine
La intervención a gran escala del gobierno en la economía va a terminar mal.
Cualquier experto afirmaría que ya hemos pasado lo peor de la recesión. Los brotes verdes de la recuperación están supuestamente apareciendo en todo el país y se espera que la economía crezca a una tasa anual del 3% al 4%. Muchas de estas personas son las mismas que insistían en que la economía seguiría creciendo el año pasado, aunque estaba claro que ya estábamos en las primeras etapas de una recesión.
Una falsa recuperación está en marcha. Me acuerdo de las perspectivas en 1930, cuando los expertos estaban seguros de que lo peor de la depresión no iría a más y que la recuperación estaba a la vuelta de la esquina. La economía y la bolsa parecía estar recuperándose, y había optimismo en que la recesión, como muchos de los anteriores, habría terminado en un año o menos. En cambio, las políticas intervencionistas de Hoover y Roosevelt provocó que empeorara la depresión y el Dow Jones industrial no se recuperó a los niveles de 1929 hasta 1954. Me temo que nuestro estímulo y programas de rescate ya han hecho demasiado para evitar que la economía se recuperara de una manera natural resultando en otra burbuja de activos.
Cada vez que el banco central interviene para bombear billones de dólares en el sistema financiero, se crea una burbuja que eventualmente debe desinflarse. Hemos visto los resultados de las tasas de interés excesivamente bajos de Alan Greenspan: la burbuja inmobiliaria, la explosión de los préstamos de alto riesgo y la posterior caída de la burbuja estableciéndose en numerosas instituciones financieras. En lugar de permitir que el mercado se corrija por sí sólo y despeje los peores excesos del período de auge, la Reserva Federal y el Tesoro de los EE.UU. se ponen de acuerdo para enganchar a los contribuyentes miles de millones de dólares. Los bancos e instituciones financieras que asumieron y realizaron los mayores riesgos fueron los más recompensados con miles de millones de dólares de los contribuyentes, lo que les permitió sobrevivir y competir con sus compañeros que estaban mejor gestionados.
Esto no es nada menos que la creación de otra burbuja. Al intentar proteger a la economía de la peor crisis y del colapso de la burbuja de la vivienda, la Reserva Federal garantizó que la corrección definitiva de sus políticas económicas erróneas será más severa de lo que debería haber sido. Incluso con las intervenciones masivas, el desempleo se encuentra cerca de un 10% y podría aumentar, los extranjeros están reduciendo las compras de bonos del Tesoro y el balance de la Reserva Federal sigue siendo inflado en una cifra sin precedentes de 2 billones. ¿Alguien puede argumentar de una forma realista que un puñado de indicadores económicos son un signo de que la recesión ha terminado?
Lo más probable es una repetición de la Gran Depresión. Podemos tener hasta un año o así de una economía que crece ligeramente por encima del estancamiento, seguido por una caída grave en el crecimiento de todo lo que hemos visto en los últimos dos años. A medida que el mercado de la vivienda no retorne a cualquier sentido de la normalidad, los bienes raíces comerciales, comenzarán a hundirse y los fabricantes que produzcan bienes y no pueden ser comprados por consumidores atados con correa por la deuda , la economía se tambaleará. Esto continuará hasta que recobremos nuestro juicio y pongamos fin a este gasto del gobierno.
La intervención del gobierno no puede llevar al crecimiento económico. ¿De dónde proviene el dinero para el programa Tarp (programa de la Tesorería para comprar el valor bancario malo), los folletos y el estímulo en efectivo para cacharros? Sólo puede venir de los contribuyentes, de las ventas de los bonos del Tesoro o por medio de la impresión de dinero nuevo. El pago de estos programas de ingresos fiscales es la redistribución pura; esto toma el dinero del bolsillo de una persona y se lo da a alguien sin crear nueva riqueza. Además, los ingresos fiscales se han reducido drásticamente por el aumento del desempleo, sin embargo, el gasto público sigue aumentando. En cuanto a los bonos del Tesoro, los inversores chinos y extranjeros son cada vez más reacios a comprar por la depreciación del dólar.
La única opción que queda es que la Fed cree dinero nuevo de la nada. Esto es la inflación. Los precios más altos conducen a un dólar devaluado y un menor nivel de vida de los estadounidenses. La Reserva Federal ya ha supervisado un 95% de pérdida de poder adquisitivo del dólar desde 1913. Si no paramos este despilfarro en breve, habrá riego de hiperinflación y una devaluación del 95% cada año.
Ron Paul es un congresista republicano de Texas.
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La intervención a gran escala del gobierno en la economía va a terminar mal.
Cualquier experto afirmaría que ya hemos pasado lo peor de la recesión. Los brotes verdes de la recuperación están supuestamente apareciendo en todo el país y se espera que la economía crezca a una tasa anual del 3% al 4%. Muchas de estas personas son las mismas que insistían en que la economía seguiría creciendo el año pasado, aunque estaba claro que ya estábamos en las primeras etapas de una recesión.
Una falsa recuperación está en marcha. Me acuerdo de las perspectivas en 1930, cuando los expertos estaban seguros de que lo peor de la depresión no iría a más y que la recuperación estaba a la vuelta de la esquina. La economía y la bolsa parecía estar recuperándose, y había optimismo en que la recesión, como muchos de los anteriores, habría terminado en un año o menos. En cambio, las políticas intervencionistas de Hoover y Roosevelt provocó que empeorara la depresión y el Dow Jones industrial no se recuperó a los niveles de 1929 hasta 1954. Me temo que nuestro estímulo y programas de rescate ya han hecho demasiado para evitar que la economía se recuperara de una manera natural resultando en otra burbuja de activos.
Cada vez que el banco central interviene para bombear billones de dólares en el sistema financiero, se crea una burbuja que eventualmente debe desinflarse. Hemos visto los resultados de las tasas de interés excesivamente bajos de Alan Greenspan: la burbuja inmobiliaria, la explosión de los préstamos de alto riesgo y la posterior caída de la burbuja estableciéndose en numerosas instituciones financieras. En lugar de permitir que el mercado se corrija por sí sólo y despeje los peores excesos del período de auge, la Reserva Federal y el Tesoro de los EE.UU. se ponen de acuerdo para enganchar a los contribuyentes miles de millones de dólares. Los bancos e instituciones financieras que asumieron y realizaron los mayores riesgos fueron los más recompensados con miles de millones de dólares de los contribuyentes, lo que les permitió sobrevivir y competir con sus compañeros que estaban mejor gestionados.
Esto no es nada menos que la creación de otra burbuja. Al intentar proteger a la economía de la peor crisis y del colapso de la burbuja de la vivienda, la Reserva Federal garantizó que la corrección definitiva de sus políticas económicas erróneas será más severa de lo que debería haber sido. Incluso con las intervenciones masivas, el desempleo se encuentra cerca de un 10% y podría aumentar, los extranjeros están reduciendo las compras de bonos del Tesoro y el balance de la Reserva Federal sigue siendo inflado en una cifra sin precedentes de 2 billones. ¿Alguien puede argumentar de una forma realista que un puñado de indicadores económicos son un signo de que la recesión ha terminado?
Lo más probable es una repetición de la Gran Depresión. Podemos tener hasta un año o así de una economía que crece ligeramente por encima del estancamiento, seguido por una caída grave en el crecimiento de todo lo que hemos visto en los últimos dos años. A medida que el mercado de la vivienda no retorne a cualquier sentido de la normalidad, los bienes raíces comerciales, comenzarán a hundirse y los fabricantes que produzcan bienes y no pueden ser comprados por consumidores atados con correa por la deuda , la economía se tambaleará. Esto continuará hasta que recobremos nuestro juicio y pongamos fin a este gasto del gobierno.
La intervención del gobierno no puede llevar al crecimiento económico. ¿De dónde proviene el dinero para el programa Tarp (programa de la Tesorería para comprar el valor bancario malo), los folletos y el estímulo en efectivo para cacharros? Sólo puede venir de los contribuyentes, de las ventas de los bonos del Tesoro o por medio de la impresión de dinero nuevo. El pago de estos programas de ingresos fiscales es la redistribución pura; esto toma el dinero del bolsillo de una persona y se lo da a alguien sin crear nueva riqueza. Además, los ingresos fiscales se han reducido drásticamente por el aumento del desempleo, sin embargo, el gasto público sigue aumentando. En cuanto a los bonos del Tesoro, los inversores chinos y extranjeros son cada vez más reacios a comprar por la depreciación del dólar.
La única opción que queda es que la Fed cree dinero nuevo de la nada. Esto es la inflación. Los precios más altos conducen a un dólar devaluado y un menor nivel de vida de los estadounidenses. La Reserva Federal ya ha supervisado un 95% de pérdida de poder adquisitivo del dólar desde 1913. Si no paramos este despilfarro en breve, habrá riego de hiperinflación y una devaluación del 95% cada año.
Ron Paul es un congresista republicano de Texas.
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