Un equipo europeo de astrónomos descubrió el primer planeta extra galáctico con un telescopio del Observatorio La Silla, en el norte de Chile, informó hoy en Santiago el Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés).
Según la agencia espacial, el nuevo planeta, que se asemeja a Júpiter, orbita una estrella que entró en la Vía Láctea desde otra galaxia.
La estrella forma parte de la llamada corriente Helmi, un grupo de astros que originalmente pertenecieron a una galaxia enana que fue devorada por la Vía Láctea, en un acto de "canibalismo galáctico" que ocurrió hace unos nueve mil millones de años.
Los astrónomos han calificado el descubrimiento de "muy apasionante" ya que en los últimos 15 años se han detectado casi 500 planetas orbitando estrellas en nuestro "vecindario", pero ninguno fuera de nuestra Vía Láctea.
"Debido a las grandes distancias involucradas, no hay detecciones confirmadas de planetas en otras galaxias, pero esta fusión cósmica ha puesto un planeta extra galáctico a nuestro alcance", señaló el responsable de la selección de las estrellas para este estudio, Rainer Klement, de Max-Planck-Institut für Astronomie (MPIA).
La estrella, conocida como HIP 13044, está ubicada a unos 2000 años luz de la Tierra, en la constelación meridional de Fornax.
Los pequeños tambaleos de la estrella, causados por el tirón gravitacional de un cuerpo orbitando a su alrededor, permitieron a los astrónomos detectar, con un espectrógrafo de alta resolución.
El planeta, que tiene una masa mínima de 1,25 veces la de Júpiter, está, en el punto más cercano de su órbita elíptica, a menos de un diámetro estelar de la superficie de la su estrella madre, el equivalente a 0,055 veces la distancia entre el Sol y la Tierra, por lo que completa su órbita en sólo 16,2 días.
HIP 13044b es uno de los pocos exoplanetas conocidos que ha sobrevivido el período en que su estrella madre se expande masivamente después de agotar las reservas de combustible de hidrógeno en su centro, conocida como la fase de roja gigante en la evolución estelar.
El comportamiento de este nuevo planeta podría ofrecer pistas relevantes sobre el destino de nuestro propio sistema planetario en un futuro distante.
"Este descubrimiento es particularmente fascinante cuando consideramos el futuro distante de nuestro propio sistema planetario, ya que se piensa que el Sol también llegará a ser una gigante roja en unos cinco mil millones de años", dijo el astrónomo de MPIA Johny Setiawan, quien dirigió la investigación.
Nuestro Sol también nos comerá:
Como todo se devuelve, en unos pocos millones de años más, la Vía Láctea vivirá exactamente lo mismo que le está pasando ahora a la estrella moribunda y el planeta que la orbita.
"Esta estrella está muriendo, como nuestra estrella, que al final de su vida también va a cambiar de características. El Sol va a explotar, se va a poner mucho más grande y va a absorber, como un ogro, a todos los planetas del Sistema Solar", finalizó el astrónomo francés sobre nuestro inevitable destino.
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